Las Eras de San Martín – Graccurris

La fuente o Ninfeo Romano

La manguardia de aguas abajo y la fuente o Ninfeo configuran la parte mejor conservada del conjunto del Burgo. Para elevar la manguardia, muro utilizado para sustentar el estribo de un puente, los constructores rebajaron verticalmente la ladera natural del río alcanzando el nivel de aguas freáticas que descienden del Yerga; para su aprovechamiento se construyó la fuente, que a raíz de las excavaciones volvió a manar agua tras unos siglos de abandono.

La manguardia sustentaba los estratos naturales así como el relleno artificial y permitía alcanzar la cota de la calzada del puente. La fuente y la calzada se encuentran conectadas por una escalera adosada al muro y que arrancaría desde la calzada del puente, aunque esta parte superior no se ha conservado, y conectaría con la fuente; de esta parte inferior se conservan nueve escalones.

Funcionalmente esta manguardia se concibió como un gran muro de contención con dos tramos de diferente alineación para acomodarse mejor al curso antiguo del cauce. La alineación más cercana al arranque del puente tiene una orientación norte-sur, mide 17,10 m de longitud y en ella se abre una exedra en la que se localiza el ninfeo, mientras que el segundo tramo o alineación cuenta en la actualidad con un desarrollo en longitud de 7,43 m.

La exedra es de planta más o menos cuadrada y se cubre con bóveda de cañón. La anchura de este vano, definida por la luz del arco de la bóveda es de 2,33 m y la profundidad es de 2,25 m en el muro sur, mientras que el muro norte es ligeramente más corto, alcanzando solamente una longitud de 2,05 m.

Detrás del muro de la exedra existe una pequeña arqueta cuadrada, de 1,38 m de lado, construida con dos hiladas de sillares de arenisca en cada uno de sus muros laterales y un paramento de cantos sin mortero en el muro de cierre y cubierta con bóveda de cañón de ladrillo. Esta arqueta cumple la finalidad de captar el agua así como de su decantación antes de su salida. El agua salía de esta arqueta a la exedra a través de una gran pieza de arenisca que tenía cuatro orificios utilizados para regular el nivel y la presión del agua.

Tras fluir a través de los caños, el agua pasaba a un lacus dispuesto en el interior de la exedra. Esta cubeta estaba construida también con sillares de arenisca y sus dimensiones eran de 0,91 m en su sentido norte-sur y de 0,83 en sentido este-oeste. Del estanque nace un canal, construido con el mismo material, de 1,79 m de longitud por 0,42 m de ancho aproximadamente por el que el agua sale al exterior.

La funcionalidad de esta construcción permite una continuada utilización a lo largo del tiempo; fruto de esta se pueden observar hasta 3 fases constructivas diferentes, fácilmente detectables a través de la utilización de diversos aparejos constructivos; así como varias reparaciones como los que presenta la escalera.