Las Eras de San Martín – Graccurris

Conjunto monumental del Sotillo

En 1992, durante la construcción de la depuradora de aguas residuales de Alfaro, en el término del Sotillo, se observó la presencia de numerosos restos de elementos labrados en arenisca de cronología romana, entre los que detacaba un miliario de época augustea. Esto llevó a realizar una intervención de urgencia en la que se documentaron los restos de una presa a la que se asociaba un templo y una fuente monumental.

Los restos fueron expoliados al convertirse en una cantera ya en época romana; los materiales constructivos fueron reutilizados y los menos aptos para estos usos fueron desubicados y arrojados, por lo que se encuentran fuera de su posición original pero agrupados. Estos materiales presentan características que  permiten definir su finalidad y reconstituir el conjunto monumental.

Los restos fueron sepultados por un alubión aportado por una crecida del río Alhama y dicho estrato sólo presenta materiales cerámicos romanos que fechan el episodio a finales del siglo II d.C.

SITUAción y entorno

Los restos del Conjunto Monumental del Sotillo se hallaron dentro del término denominado El Sotillo, Alfaro.

Se encuentran localizados en la margen derecha del río Alhama; aguas abajo del casco urbano y a unos 75 metros del actual cauce, próximos a la desembocadura del Ebro.

La Presa

Los restos conservados de la presa del Sotillo se componen únicamente de un tramo recto de muro de 33,28 m de longitud que conserva una altura máxima de 2,65 m; sin poder precisar su altura original, ya que en ningún tramo se conserva todo su alzado.

Los sillares del muro de opus quadratum están realizados con arenisca local, con anchuras que oscilan entre en los 0,64 m y los 0,86 m y alturas de entre 0,65 m y 0,74 m. La primera hilada se dispone en la cota de 271 m sobre el nivel del mar, que podría considerarse que marca el lecho del río en época romana. El muro de la presa se asienta en un nivel homogéneo de cantos rodados del propio río, desde donde se asientan los sillares perfectamente labrados que conservan las huellas de piqueta, ya que la funcionalidad de la construcción no requería el pulido final.

Los sillares, muy homogéneos, presentan en su gran mayoría cuadro de anathyrosis en las caras que forman las juntas verticales, así como engatillamientos o pequeños retalles a fin de mejorar el encaje de los sillares; muchos de ellos también presentan cajas destinadas a servir de apoyo de palancas para su deslizamiento y colocación, así como cajas para las grapas a fín de garantizar su ajuste perfecto y solidez. El muro nos ha llegado muy destruido a causa del expolio de sus materiales, desde época romana y también en época moderna, así como por la propia erosión fluvial.

El estanque

El estudio de 9 piezas, aunque no encontradas en su posición original, permite establecer una relación formal entre ellas y realizar una reconstitución hipotética de uno o varios lacus asociados a la presa.

Estas piezas presentan huellas de encajes, de igual tamaño, en su parte superior que podrían servir para encajar otras piezas como losas u ortostatos, que también han sido hallados en la excavación.

Una de la piezas halladas presenta un rebaje en una esquina de su cara superior que concuerda con las huellas de encajes de las otras piezas y que por ello interpretamos como una de las esquinas del lacus. Cuatro de la piezas guardan semejanzas de tamaño con las descritas para la base del lacus aunque no presentan huellas de encaje; lo que nos permite suponer que formarían parte de la solera del lacus.

Posiblemente haya que poner también en relación con el estanque tres piezas en forma de diedro puestas al descubierto en el proceso de excavación junto al paramento de aguas arriba de la presa, en el mismo lugar en que se concentran el mayor número de bloques pertenecientes a la base del lacus y que podrían relacionarse con un sistema de cubierta de madera.

eL tEMPLO

Hay que destacar cuatro fragmentos de un podio moldurado, uno de ellos en ángulo. Están labrados en arenisca y presentan una coherencia formal que nos indica que formaban parte de un mismo edificio que identificamos como un pequeño templo.

Otras piezas podrían estar relacionadas con el templo: se trata de un capitel corintio de pilastra y cuatro grandes sillares cuya anchura coincide con la del podio, a los que hay que añadir otro capitel corintio de pilastra incompleto que salió a la luz antes de la intervención arqueológica, durante las obras; estas piezas también están labradas en arenisca.

Todas estas piezas fueron descartadas para una reutilización a causa de su forma o dimensiones; por lo que fueron desmontadas y arrojadas y por ello no las encontramos en su ubicación original. Con las piezas que tenemos únicamente podemos asegurar que se trataba de un edículo rectangular levantado sobre un podio, con pilastras molduradas en sus ángulos, rematadas por capiteles que adoptaba una disposición in antis.

No obstante, tenemos dos medidas importantes para realizar una reconstitución de sus medidas: la anchura del imoscapo y la altura casi completa de un capitel; con estas medidas y aplicando las proporciones vitrubianas optendriamos un desarrollo del fuste no inferior a 4,08 m.

En nuestra reconstitución hemos añadido un entablamento tripartito de proporción constante y una cubierta a doble vertiente.

La Conducción Hidráulica

La presencia de 5 elementos arquitectónicos de arenisca tallados en forma de canal nos prueban la existencia de una conducción hidráulica; aunque no fueron hallados en su emplazamiento original parece probable que formaran parte del desagüe del lacus.

Debemos descartar que se trate de una conducción de agua rodada ya que no conservamos restos de aislante o mortero revistiendo el interior del canal, imprescindible para sellar las juntas entre las piezas; por lo que debemos pensar en una canal destinado a alojar una tubería de plomo, sistema muy utilizado en el mundo romano.

El Miliario

Se trata de un miliario labrado en arenisca de época Augustea. Su forma es la de una columna que no llega a ser perfectamente cilindrica, ya que presenta una cara plana en la parte posterior, señal de que la pieza estaba adosada.

Su diámetro es irregular, aunque como referencia podemos apuntar los 57 cm que presenta en su parte superior; diámetro que se va estrechando hacia la parte inferior, adoptando de este modo una forma ligeramente troncocónica.

Su altura es de 1,38 m aunque no esta completo ya que nos falta la parte inferior.

El campo epigráfico lo tenemos completo, aunque la erosión ha producido la perdida de texto epigráfico; no obstante conserva los elementos más significativos para su interpretación.

Transcripción:

Imp(erator) Caesar diui f(ilius) / Augustus po[nti]fex / m[a]x[í]mus, [co](n)s(ul) XII d[esi]gnatus XI[I], t[rib(unicia)] / p[otes (tate) XVIII] / — (…)

Datación:

Dos fechas: o bien el miliario se data en el año 6 a.C, cuando Augusto ostenta el undécimo consulado y ha sido designado ya para el duodécimo, o bien el miliario se data en el 3 a.C, cuando, ostentando el duodécimo consulado, se le designa para el decimotercero. Sin embargo el conocimiento que de la epigrafía de la vía tenemos nos permite afirmar que la datación más antigua de las dos es la válida.

Localización Actual:

Actualmente el miliario se encuentra depositado en el Ayuntamiento de Alfaro.